domingo, 3 de octubre de 2010

JM.

 Serás inolvidable y te adelanto que una sonrisa acaba con el silencio del llanto...

Ocho es el número que hoy no para de rondar en mi cabeza. He abierto la persiana nada más levantarme, he mirado al cielo. Gris... y he pensado "ocho, ya ocho". Un domingo de lluvia... Y yo sé por qué llueve, todos lo sabemos. Siempre he odiado la lluvia, pero esta lluvia sólo me recuerda a ti, y eso no puede ser malo.
Por aquí todo continúa como siempre... Triste es la palabra. He aprendido muchas cosas en estos últimos meses: saber valorar no sólo cuando pierdes algo, sino cuando lo tienes, es la más importante de todas ellas.
Siempre fuiste un cielo... Y sé, que hoy por hoy, estás en él.
Hoy día tres, ya son ocho...

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