Mirar por la ventana y respirar el suspiro de aires nuevos, lugares exóticos por conocer y personas nuevas por encontrar.
Cambiar el destino final, buscar nuevos horizontes; soñar con una vida nueva donde nadie te reconozca o conozca de antes.
Hacer de los sueños un rekiem y no perder las ganas de despertar para ver una realidad nueva y diferente cada día para no caer en la rutina.
Dejar la ventana abierta para que entre el futuro de un primer vistazo.
No corren buenos tiempos para los soñadores, pero soñar no cuesta nada.
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