¿La vida? No sé, supongo que es un folio en blanco que cada uno de nosotros vamos escribiendo, aunque a veces pasamos el boli para que continuen nuestra historia.
Me he cansado de pasar el boli a personas que no merecían tenerlo, así que hoy escribo yo sola mi historia, aunque sé que también escribo la vuestra. El trabajo es doble cuando te han dado tantos palos que no confías más que en tres personas.
Siento decir que no uso tipex, no puedo borrar mis errores, así que lo siento, pero tampoco pienso tacharlos.
Hoy solo me queda dar gracias a aquellos que han compartido buenos y malos momentos de mi vida, pedirles perdón por mi errores y desearles que les vaya bien, yo ya no puedo hacer más, y puesto que lo sé, no voy a perder el tiempo intentando poner parches a algo, porque tarde o temprano no se pueden poner más parches.
Soy una borracha, sí, reconozco que prefiero ahogar las penas en alcohol que plantarles cara y destrozarlas. ¿Mi pena? Mi pena no sé dónde está.
Siempre pensé que me mordía el corazón y que el pobre acabaría llorando sangre, pero hoy he llegado a la conclusión de que no lo tengo, de que soy una baraja sin corazones.
Palabras que en realidad no eran sinceras, lágrimas echadas a perder por NADA, abrazos que significaban bien poco, por no decir que tampoco llegaron a ser nada, igual que vosotros, a los que un día creí alguien.
Tengo muy claro a quién quiero en mi vida, quién quiero que esté y quién no. Tengo clarísimo quién estuvo, quién está, quien estará y quien nunca estuvo...
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